Breve guía para visitar Teruel

La ciudad aragonesa de Teruel, que se visita menos de lo que se debería, cuenta con verdaderos atractivos turísticos y culturales y es ideal para escaparse un fin de semana. Vamos a hacer un pequeño repaso por los más importantes comenzando por su catedral.

Catedral de Santa María Teruel

Es uno de los mayores atractivos de Teruel y la capital mundial del Arte Mudéjar, ese estilo arquitectónico cristiano-musulmán que tiene en sus torres y techumbre el mejor ejemplo y que combina con otros tipos de arquitectura. Todo ello, convirtió a la Catedral de Teruel en Patrimonio de la Humanidad en 1986.

Catedral de Teruel

En el año 1171, se comenzó a construir la primera parte de este edificio en estilo románico. Ya en 1257, debido a la influencia musulmana en la zona, aparece el primer rasgo mudéjar: su torre, a la que años más tarde se le añaden tres naves en mampostería y ladrillo también en este estilo lo que mejora de forma global el edificio y lo amplia.

En lo siguientes siglos, se siguen produciendo modificaciones y los ábsides románicos son sustituidos por otros de estilo ya gótico pero con influencia mudéjar. Con ello se apuntalan las naves con arcos y se agrandan los muros. Todas estas modificaciones lograron que en 1423, Benedicto XIII (el Papa Luna) cambiara la categoría de este edificio religioso de iglesia a catedral.

Si algo llama la atención de este templo es el hecho de que todas las modificaciones que se han realizado por los cambios de estilos arquitectónicos han tenido la influencia del mudéjar, en tiempos de dominio musulmán y cristiano.

Dinópolis, camina entre dinosaurios

DinopolisSi en la Sierra de Atapuerca se han hallado los restos de homínido más antiguos de Europa, en Teruel capital y alrededores se encuentran los restos fósiles de los dinosaurios también más antiguos del continente. Por eso se ha creado Dinopolis, un parque temático con varias sedes –el de la capital es uno de ellos– donde se puede conocer la historia de la región desde hace cientos de millones de años, ya que en la zona, por ejemplo, se han encontrado los restos del dinosaurio más grande de Europa: un coloso de 40 metros de largo y 40 toneladas de peso que convierte a este museo paleontológico en uno de los más interesantes del mundo.

El casco antiguo de Teruel

En él se encuentran la propia catedral, el Museo Provincial, el Ayuntamiento, la Plaza de Torico, la escalinata neomudéjar, torreones como el de San Martín, del Rincón o el de la Lombardera además de unas calles que nos transportan a la Edad Media. Y todo ello, rodeado por una muralla que aún conserva las puertas de Daroca y de San Miguel y donde se encuentra famoso Mausoleo a los Amantes de Teruel.

Escalinatas Mudéjar

Teruel, una ciudad romántica

Ya es extraño que un escritor como Bécquer, romántico como el que más, no escribiera sobre la gran historia de amor que hace de Teruel un lugar ideal para pasar un fin de semana en pareja: la historia de los Amantes de Teruel. Este relato ha servido a otros escritores como Tirso de Molina para escribir otras historias. Se cuenta que dos jóvenes enamorados –Juan Diego Martínez de Marcilla e Isabel de Segura–, deciden casarse pero el padre de ella rechaza al joven al no disponer de fortuna alguna. El pretendiente decide entonces armarse caballero y alistarse en el ejército para, en unos años, lograr la fortuna que le permita desposar a Isabel, a lo que el padre de ésta accede. Pasan los años y cuando Diego vuelve a Teruel se encuentra con que Isabel se ha casado con otro hombre. Diego, no obstante, acude a su amada para pedirle un beso, algo que ella, como mujer casada, le niega. Diego, entonces, cae fulminado y muere; muere de desamor. En el entierro del joven, ella decide darle el beso que le había negado en vida y como le había ocurrido al joven, muere de súbito. Ambos fueron enterrados juntos y así nació la historia de “Los Amantes de Teruel”.

Todavía, muchos visitantes se acercan al mausoleo de esta pareja histórica que se encuentra adosado a la iglesia de San Pedro donde hay unas esculturas diseñadas por Juan de Ávalos.

Gastronomía

La mayoría de los restaurantes y bares se encuentran en la zona antigua de la ciudad y ofrecen productos de gran calidad propios de la provincia turolense donde destacan el cordero (o ternasco) y los productos derivados del cerdo, con el Jamón de Teruel como estrella. Es típico también la tostada con jamón, aceite del Bajo Aragón y ajo y el propio cordero a la brasa o al horno, todo acompañado de verduras frescas de la zona.

Los platos propios de Teruel son el “Regañao”, compuesto de jamón, masa de pan, pimiento rojo y sardina cocinado todo al horno, o los Suspiros de Amante, dulces que aluden al aspecto romántico de la ciudad.

Al igual que otras zonas de España, Teruel posee con unos productos que le definen como son el melocotón de Calanda, la trufa de Sarrión, el azafrán de Jiloca o los mencionados aceite del Bajo Aragón y el jamón de Teruel.

Con todo, hay pocas excusas para no visitar Teruel.