Atravesar Madrid por la ribera del Jarama

Excepto el río Tajo, a su paso por Aranjuez, la Comunidad de Madrid no posee grandes vía fluviales. Es cierto que la capital madrileña cuenta con el río Manzanares pero no es comparable al Duero a su paso por Soria ni al Ebro que atraviesa Zaragoza. De todos modos, ríos hay, y posibilidad de hacerse una escapadita para disfrutar de sus riberas, pues también. En este plan os queremos lanzar la idea de escaparos a la zona noroeste de Guadalajara para seguir el curso del río Jarama por la provincia de Madrid, disfrutar de una buena comida en unos de los pueblos a los que baña y acabar al sur de Madrid descubriendo cómo el Jarama vierte sus aguas en el Tajo. Un plan para una jornada en coche y conocer mejor el río más madrileño.

Primera parada: Nacimiento del río

Presa del Embalse del Vado
Presa del Embalse del Vado, lugar de nacimiento del río Jarama

El río Jarama, afluente del Tajo, nace en al noroeste de Guadalajara, a pocos kilómetros de la provincia de Madrid, en lo que se conoce como la Sierra Pobre que abarca Segovia, el propio Madrid y la mencionada Guadalajara. Muy cerquita del nacimiento del Jarama se encuentra el Embalse del Vado, construido en 1954, el cual se encuentra a unos 900 metros de altitud y que cuenta con 240 hectáreas de amplitud. De hecho, este embalse nutre junto con otros arroyos cercanos al aún pequeño río Jarama. Hay que decir que otros piensan que el río nace algunos kilómetros más allá, en concreto cerca de la población de Patones, ya en Madrid. En cualquier caso, no está de más acercaros en coche a esta presa y ver a sus pies el pequeño arroyo que se encamina valle abajo hacia la provincia madrileña. En esta zona no hay muchas poblaciones, por lo que es aconsejable llevarse un buen termo con café y algo de comida y hacer el desayuno en esta zona.

Segunda parada: camino de Patones por Puebla de Valles

Puebla del Valles
Puebla de Valles

A partir del punto donde se da en nacimiento del Jarama, multitud de arroyos y arrochuelos se incorporan a su curso, dando al río mayor entidad. Para seguir el correr del mismo podemos conducir -con precaución- por la pequeña carretera comarcal dejando siempre el río a nuestra izquierda y con destino a la carretera GU-1065, la cual nace en la población de Tortuero. Si lo que necesitamos es hacer una pequeña parada, mientras conducimos por la carretera comarcal siguiendo el curso del río, podemos desviarnos a la izquierda por la Comarcal 123 hasta Puebla de Valles, donde desayunar por segunda vez -al estilo Hobbit- o almorzar si ya se ha echado la mañana encima. Visitar Puebla de Valles es una opción en nuestro periplo por la Cuenca del Jarama. No obstante, por este pequeño pueblo pasa el Arroyo del Lugar, que va a morir al propio Jarama.

Tercera parada: Patones (de arriba y de abajo)

Debemos seguir por la carretera que hemos utilizado para llegar a Puebla y conducir unos kilómetros con el Jarama a nuestra derecha, hasta llegar la GU-1065 para al alcanzar la Comarcal 123 hasta -ahora con el río a la izquierda- desembocar en la M-102. Giramos a la izquierda y ya estamos en Patones (de abajo).

Patones de abajo y de arriba
Patones de abajo y de arriba

A la altura de esta población, el río Jarama ya se ha nutrido de sus pequeños afluentes y el curso del río es importante. Patones también nos puede permitir descansar un rato y pensar ya en un almuerzo de media mañana serio. Además, este pueblo, compuesto por Patones de Arriba y Patones de abajo, posee unos interesantes restos arqueológicos celtíberos (Cueva del Reguerillo) y muy buena oferta en casas rurales y campings. No esta mal pensar en buscar un día para pasarlo por los alrededores. Recordar que el Patones al que llegáis por la C-123 es el Patones de Abajo y donde está el Ayuntamiento. Todo el tema rural, el monumento del antiguo Rey de Patones (una especie de alcalde con algunos más privilegios de lo normal), y otros lugares de interés están en Patones de Arriba, uno de los pueblecitos más bonitos de Madrid y al que se accede desde Patones de Abajo en dirección norte por la Calle del Arroyo Subida.

Cuarta parada: Fuente del Fresno

A partir de Patones y durante unos cuantos kilómetros, el río Jarama hace de frontera entre la Comunidad de Madrid y la de la Mancha. Siempre en dirección sur, podemos seguir nuestra escapada en dirección Talamanca del Jarama para después alcanzar la población Fuente del Fresno, una población residencia en la Carretera de Burgos donde hacer un descansito. Como curiosidad, en las cercanías de este pueblo hay una de las mejores y más lujosas fincas de Madrid para celebrar eventos como bodas, La Quinta del Jarama. Este dato geográfico se puede dejar caer sobre todo si estáis haciendo esta escapada con vuestra pareja y tenéis aún pretensiones mayores.

La Quinta del Jarama
Espacio de organización de eventos la Quinta del Jarama

Quinta parada: Titulcia, hora de comer

Si siguiéramos la Carretera de Burgos desde la Fuente del Fresno, acabaríamos en Alcobendas y si seguimos aún más, en Madrid. Pero como lo que queremos es seguir el transcurso del río Jarama y conocer los lugares de interés hasta desembocar en el Tajo, mejor nos incorporamos a la M-50 en dirección este hasta la Calle del Romeral, que la tomamos en dirección sur para seguir nuestro viaje, con el río y el Aeropuerto de Barajas a nuestra derecha. Una vez superados el Aeropuerto y Paracuellos, podemos pensar en comer. De aquí en adelante nos vamos a encontrar antiguos pueblos, hoy ciudades dormitorio como Rivas Vaciamadrid, Coslada, Velilla de San Antonio o Mejorada del Campo. En cualquiera de ellas podríamos parar aunque en este plan, aprovechando que pasamos a través del área de producción de vinos de Madrid Sub-zona de Arganda del Rey, vamos a sugerir estacionar para un avituallamiento serio en Titulcia, una pequeña población de alrededor de 1000 habitantes con origen en la emergencia del pueblo de los carpetanos, posteriores a los celtíberos y anteriores a Roma.

Jarama por Titulcia
Hora de comer: podéis acercaros al Rincón de Luis para degustar los productos de temporada de la zona. Ya sabéis, pedir mollejas con setas si están de temporada o melón de secano como postre si está recién cosechado (¡ah!, no confundir este melón con el de Villaconejos). Después, podemos bajar a la Vega de Titulcia y descansar un poco.

En este pueblo, como decimos inmerso en una importante zona de producción de vinos de Madrid, contamos con varios aspectos de interés como la vega de Titulcia. Gracias a que por estas tierras confluyen los ríos Tajuña y nuestro ya familiar Jarama, a pesar de los veranos solariegos, el subsuelo goza de la humedad necesaria para contar con una vega verde y esplendida. Otro dato de interés para visitar esta población es su gastronomía y especialmente el hecho de ser un pueblo dentro de la denominación de origen de vinos de Madrid, por lo que podremos disfrutar de una buena comida acompañada de un buen vino joven madrileño.

Sexta parada: Aranjuez, se acaba la aventura

Ha sido un día largo con un comienzo en la bellas y solitarias tierras del noroeste de Guadalajara, para continuar hacia Patones, esa mítica -y casi mística- población del norte madrileño. Continuar hacia el sur por las zonas más «urbanas» por las que transcurre el Jarama, como el Aeropuerto de Barajas, Rivas o Arganda y, de nuevo, seguir bajando hasta dejar atrás la sombra de la gran urbe para descansar en la Vega de los carpetanos de Titulcia. Ya sólo queda el último trayecto para ver cómo el pequeño arroyo a los pies del Embalse del Vado se ha convertido, gracias a los muchos afluentes que se han incorporado a esta vía fluvial -Manzanares y Tajuña incluídos-, en un torrente de agua que al momento de sucumbir en el Tajo, le supera en cauce. Sí, en los alrededores de Aranjuez confluyen el Tajo y el Jarama. Su «intersección», como ocurre en una importante parte del río madrileño, hace de frontera entre Madrid y Castilla la Mancha, y llegando al sur, tanto el Jarama como el Tajo son en parte responsables de ese «rabillo» territorial hacia poniente que se interna en tierras manchegas.

Desembocadura del Jarama en el Tajo, donde este último se nutre de las aguas que el Jarama trae del Sistema Central.
Desembocadura del Jarama en el Tajo, donde este último se nutre de las aguas que el Jarama trae del Sistema Central.

Aranjuez es el final del viaje. La ciudad no tiene desperdicio y desde luego hay que visitarla. Así habremos terminado con nuestra escapada por la cuenca del Jarama, algo más de 150 kilómetros, con distintas paradas y estancias en esta o aquella población. Una escapada de un día que nos permite atravesar la Comunidad de Madrid en su máxima extensión, una extensión bordeada, al menos en su parte oeste, por el río Jarama.

Mapa del Itinerario de la escapada:

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