La Mancha, que puede parecer una tierra plana y algo árida cuenta, sin embargo, con mucha sierra y numerosos altos que superan la cota de los 1000 metros y donde la jara, el romero y la encina sustituyen al almendro y al olivo. Una de esas pequeñas cimas es lo que en la población de Malagón (Ciudad Real) llaman la «Plaza del Moro», un yacimiento de la Edad de Hierro donde distintas poblaciones fueron ocupándola hasta la época musulmana, lo que ha llevado a que este alto en la sierra y fin de la ruta que os recomendamos se denomine la Plaza de los Moros.
En fin, que si estáis cerca de la frontera entre Ciudad Real y Toledo -parte norte del Campo de Calatrava-, podéis probar esta ruta de unos tres kilómetros de longitud con un par de pendientes considerables. Pasaréis de unos 600 metros de altitud a 1000. Vamos primero con los puntos de referencia para ubicaros con el siguiente mapa.
Como véis la ruta consta de dos partes: la primera desde el centro del Pueblo (Cruz verde) hasta el inicio de la subida; y la segunda parte que es la subida en sí.
Desde el pueblo, una vez paséis el puente que salva la vía del AVE, os encontraréis con el Arroyo Laguna, el cual suele llevar agua durante la mitad del año, pero que puede ser atravesado a través de unas grandes piedras que se han colocado en la parte derecha.
Tras unos quinientos metros caminando, os desviáis a la izquierda para alcanzar el primer lugar de interés: el puente romano de Malagón, lo que da un idea de la antigüedad de esta población. Este puente pertenece a la época del Bajo Imperio Romano y está compuesto por diez ojos con arcos de bóveda realizada en ladrillo, argamasa de cal y arena. Aunque actualmente se ha colocado una pasarela metálica y un piso de madera que cubre la calzada original construida por los romanos.
Al final del puente, encontraréis un edificio antiguo, hoy reformado y que en sus inicios -su construcción se produjo en 1731- era un molino llamado como su propietario: Carrillo. De ahí, que esta zona se denomine «Molino Carrillo», en honor a su fundador.
Tras el puente romano y dejando atrás el molino, habréis atravesado el río Buñuelos y os encaminaréis hacia un camino de tierra bien arbolado -lo que se agradece, sobre todo en verano- que os llevará al inicio de la subida de esta ruta senderista.
Justamente, sabréis que comienza el inicio de la subida al ver el cartel de la foto de la izquierda. Este es el inicio oficial. Como veis, al título de «Sierra de Malagón» se le añade «Molino Carrillo», que, como comentamos antes, se refiere al Molino que hay al final del puente romano. En este punto, levantar la vista para ver cuál es vuestro destino:
Este primer tramo de unos doscientos metros es suave, excepto en sus últimos metros. A poco que estéis en forma se supera bien. Sino, justo después de esta primera cuesta, podéis hacer la primera parada en un pequeño parador para afrontar el primer tramo que os llevará al Santuario.
De camino a la cruz, os podéis encontrar rebaños de ovejas, cabras e, incluso, ganado; manso, eso sí.
Según vais subiendo, advertiréis que la vegetación cambia y aparece la jara, los chaparros y la encima, plantas ya más propias de la sierra.
Rodeados de jara y chaparros alcanzaréis una cruz que los vecinos de Malagón, debotos de Santa Teresa de Jesús, erigieron en la sierra, concretamente en 1986 y posiblemente un tal Miguel, como reza en la inscripción que veréis en la base de la cruz.
Dejando atrás la cruz, os encamináis hacia el primer alto que se atraviesa por el lado de izquierdo. Ya estaréis en una zona bastante alta por lo que las vistas empiezan a ser muy interesantes. En la foto de abajo, enfocamos a la Nava de pequeña de las tres que hay en el lado oeste de esta sierra.
Cuando alcancéis esta pequeña cima, ya en plena sierra, descenderéis ligeramente por la «cuerda» para luego subir otra vez. La imagen de la derecha es una vista aproximada de lo que os queda hasta vuestro destino.
Aunque la distancia parece enorme, no son más de cuatrocientos metros y sólo al final, cuando llegáis a cuerpo rocoso del alto, es cuando hay que ascender. Lo podéis hacer por ambos lados siguiendo algunas «trochas» o, si estáis acostumbrados a escalar un poco, hacerlo directamente por el centro.
Tras alcanzar la cima, sabréis que estáis en la «Plaza de los moros» por las características de este área. Además existe un pequeño Hito que corresponde con el punto más alto de esta sierra.
Dos cosas importantes sobre esta zona. La primera es que, aunque parezca un espacio totalmente natural, desde hace 3.000 años ha sido lugar de asentamiento de diversas comunidades, sobre todo por la protección que ofrecía de otros pueblos de la zona. Por lo tanto, es un espacio que aún contiene restos de poblaciones antiguas, sobre todo, en forma de anillos circulares de piedra que correspondían a los distintos asentamientos.
Otro aspecto importante son las vistas que tendréis de la zona de Ciudad Real llamada el «Campo de Calatrava». Si miráis al norte, veréis los Montes de Toledo. Al oeste la continuación de la Sierra de Malagón que también cuenta con una «Cuerda» que llega hasta el pueblo de El Cristo. Al sur, el Embalse de Gasset y al oeste, como podéis ver en la imagen de abajo, las mismísimas Tablas de Daimiel.
Recordad también que la propia ruta se encuentra en la Sierra de Malagón que también se puede andar por la «Cuerda» de la cima y llegar hasta el pueblo del Cristo, aunque esta caminata sería más extensa, algo similar a la Cuerda Larga en la Sierra de Madrid.