¿Cómo hacer una cata de vinos es casa?

Puede ser una buena idea, ¿verdad?: montar una cata de vinos en casa con amigos y con familia. Ahora bien, muchos podéis pensar que sólo hace falta el vino, cuando, si lo queréis hacer bien, hay otra serie de accesorios y protocolos a seguir.

Os los contamos.

Tipos de vinos para la cata

Generalmente, cuando se realiza una cata, se suele pensar en vinos tintos. Es cierto que pueden ser los caldos más añejos, pero también los blancos, rosados, finos o espumosos tienen sus matices. ¿Cuáles os recomendamos? Una pequeña lista de vinos que podéis encontrar en la tienda que os hemos recomendado:

  • Vinos para catasVinos tintos. Apostar por Riojas o Riberas. Se pueden hacer catas con jóvenes de uva tempranillo o crianzas de garnacha.
  • Vinos blancos. En este caso, apostamos por un Chardonay. O también podéis ir a por un Sauvignon.
  • Vinos rosados. Un Viña Esmeralda Rosé: económico y de gran sabor.
  • Vinos espumosos. ¡Cuidado! Que no son cavas ni champagne, sino vinos. También se los denomina Brut y os recomendamos un Pinot Noir.

Copas de vino

Copas para cata de vinosComo la cata incluye varios vinos, es importante que tengáis en casa varias copas. Tienen que ser anchas y grandes para poder mover el vino y olerlo antes de probarlo.

Lo de tener varias tiene que ver porque es muy importante que cada vez que catéis un vino cambies de copa. Lo de darle una agua no sirve, que siempre queda algo de vino y eso cambia los detalles más sutiles.

La idea es hacer la cata bien.

Una mesa grande

Es importante estar cómodo. Nada de estrecheces, sobre todo si sois unos cuantos. Además, vais a tener que servir algo de maridaje para poder picar algo entre cata y cata. Incluso, después de la misma podréis probar a catar los vinos con distintos pinchos.

Procedimientos para realizar la cata

Es muy importante que los asistentes a la cata no lleven perfumes. Tampoco que la estancia donde vayáis a hacer la cata haya ambientadores. Si el tiempo lo permite, un lugar como la terraza o un jardín es el lugar ideal donde, sobre todo, para disfrutar el aroma del vino sin que interfieran, sobre todo, los olores de la cocina si estáis cocinando.

A partir de aquí, vamos a ver los pasos esenciales para realizar una cata, según un ejemplo bastante inspirador: la película Entre Copas (Sideways), que os recomendamos. En el trailer que vais a ver se ven los pasos a seguir en una cata de cualquier vino. Luego los comentamos.

Está en inglés, pero las enseñanzas del personaje de Paul Giamatti a su querido amigo interpretado Thomas Haden están escritas por alguien que sabe de vinos. De hecho, la película es un homenaje al vino de cualquier lugar, en el caso de Entre Copas, se destaca mucho Pinot Noir, caldo muy consumido en el mundo anglosajón.

Los pasos que podéis imitar en la cata son los siguientes:

  • Importante: El primer paso para hacer una cata es abrir la botella de vino y dejarlo respirar unos minutos. De esta manera, al contacto con el oxígeno, el caldo empezará a reaccionar y prepararse para ser servido.
  • El siguiente paso es servir el vino lentamente (nada de aporrear la copa) y en poca cantidad para que podáis realizar los siguientes pasos.
  • Investigar sobre la uva. Tanto si es blanco, rosado, espumoso o tinto, además de para saber el grado de fermentación, lo primero que tenéis que hacer es volcar un poco la copa para que el caldo se expanda por la misma. Con este acto, veréis como el centro de la copa tiene el caldo más oscuro o denso, y hacia en vértice el color se aclara. Si veis claridad en todo el vaso, en tintos, el vino tiene poca fermentación y es joven. Esto no significa que sea malo.
  • El siguiente paso es colocar la copa sobre una superficie y hacerla girar para que el vino empiece a emitir olores y reaccione. ¿Cuánto tiempo? Un minuto es suficiente.
  • Llega el momento de oler el caldo. Por esa razón es importante que la copa esté limpia y que no haya olores alrededor que distraigan. Este paso es importante para conocer los matices del vino y prepararnos para probarlo.
  • Lo siguiente es probar el vino. No de un trago largo, sino en pequeños sorbos para poder saborearlo en el paladar, hacer un pequeño simulacro de “enjuague bucal” y, finalmente, ingerir el caldo.

Cuando bebéis el vino literalmente, si habéis realizado los pasos anteriores correctamente, y el vino es bueno, disfrutaréis del último beneficio de la cata: ese pequeño ardor placentero y sano (si se realiza con moderación) que produce la cata de vinos.