Alojarse en una cárcel

Si quieres pasar un fin de semana diferente, te proponemos una escapada a Suecia, donde podrás disfrutar de los bellos parajes casi árticos. Después del turismo, al hotel a descansar… ¡entre rejas!

Construida en el siglo XIX, Lanholme fue una de las primeras cárceles de Estocolmo y así permaneció durante varias décadas hasta que cerró sus puertas en 1975. Al igual que sucede con la mayoría de este tipo de complejos, las habitaciones tienen lugar en lo que alguna vez fueron las celdas, pero nada tienen que ver con las penurias que pasaban los presos. De hecho el hotel fue considerado el mejor albergue de Suecia en el año 2008. Una buena opción para alojarse en una cara ciudad.

Este hotel también cuenta con un pequeño hall donde hay una cafetería y una pequeña tienda de souvenirs. En la planta baja, además hay un pub para poder socializarse y tomarse algo y un museo para conocer mejor la historia de esta cárcel-hotel. Las habitaciones cuentan con televisión, conexión ADSL, Baño y WC, caja fuerte y algunos servicios más.

Las habitaciones pueden ser para una persona o dobles y con incluso dos literas más. También hay un hostel con habitaciones para compartir y con precios más económicos.

En fin, toda una experiencia en el mundo de los alojamientos. Seguro, un hotel original.

Alojarse en una cárcel

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