Las Quintas de Toledo

Cada región de España tiene sus propios términos para definir espacios abiertos y rústicos como granjas o fincas. En Toledo, desde hace mucho tiempo, han existido las Quintas, porciones de terreno (una quinta parte) que un trabajador del campo (quintero) arrendada al propietario a cambio de entregarle anualmente una quinta parte de la cosecha o producción. Así, muchos terratenientes convirtieron sus fincas en terrenos de cultivo bajo este tipo de forma empresarial que aún se denomina las Quintas.

Ahora bien, con el paso de las décadas el campo se ha ido vaciando y sus trabajadores han optado por otros trabajos. Eso ha devenido en que las famosas Quintas, en muchos casos, se hayan vuelto terrenos baldíos. Pero como el espíritu emprendedor es muy dinámico, muchos propietarios de estos terrenos han cambiado de sector productivo. Si antes las Quintas eran sector primario puro y duro dentro de la agricultura, ahora se han convertido en espacios para el sector servicios, aprovechando por un lado el atractivo que el efecto histórico y rural produce sobre todo en la gente de ciudad y, por otro, las grandes dimensiones de estos terrenos que dan mucho más que para montar un restaurante. Quinta del MelqueComo curiosidad al espíritu emprendedor, en un plan que publicamos hace tiempo, hablamos de la Quinta del Melque, también en Toledo, y que sufrió una de las conversiones empresariales más curiosas que ha podido tener una Quinta. ¿Quién le iba a decir al «quintero» o al propietario de la finca rústica que, a principios del tercer milenio, aquellas huertas y campos de cultivo iban a dejar de cultivar habichuelas para convertirse, caserón incluido, en una casa del terror en el medio de la meseta toledana? Ya decíamos que el espíritu emprendedor y la imaginación no deja de sorprendernos. No obstante, lo más usual dentro de estas conversiones empresariales en relación a las Quintas es montar unos complejos para eventos orientados a la hostelería y restauración. Como por espacio que no quede, muchas Quintas ahora son lugares con salones de boda, discoteca, cuadras de equinos, piscinas y todo lo que uno se pueda imaginar para celebrar cualquier evento, desde un bautizo a una boda.

Quinta de Illescas, Toledo, un ejemplo de terreno rústico convertido en centro de ocio y restauración.
Quinta de Illescas, Toledo, un ejemplo de terreno rústico convertido en centro de ocio y restauración